Costa Rica puede ser un reflejo, un microcosmo, de lo que acontece en forma global con respecto a los medios de comunicación, el periodismo, la libertad de expresión, y la democracia. Siempre contiene sus idiosincracias internas, pero en el escenario globalizado, ocurren patrones que se repiten alrededor del mundo.
Por ejemplo, el dueño de uno de los canales de televisión (Repretel Canal 6) y estación de radio (Monumental) más populares en el país, es también dueño de otros dos canales de tele, y doce estaciones de radio, además de 30 canales de tele y 70 de radio en toda América Latina. Ángel González, mexicano, podría decirse que es una versión miniatura de Rupert Murdoch: extranjero, dueño de una conglomeración de medios en muchos países, capitalista de la información.
Con Repretel, y Teletica, los dos grupos de televisión obtienen el 62 por ciento de la audiencia nacional. En prensa escrita, existe un oligopolio más concentrado. El Grupo Nación domina la circulación de periódicos con el 63.6 por ciento, y el Diario Extra con 31.4 por ciento. El Grupo Nación también mantiene presencia empresarial en el resto de los países centroamericanos, más que todo con inversiones en medios de comunicación, pero también en otras industrias como la turística e inmobiliaria.
La Nación, el periódico de más prestigio en el país, dice seguir una ética de periodismo responsable, pero representa a aquellos en el poder, del gobierno e intereses económicos, en una mejor luz que los que se oponen a las políticas dominantes, como lo fue el caso con los huelguistas contra el Combo del ICE, la cual fue una propuesta para privatizar la agencia de electricidad nacional. Según Kattia Martin Cañas en su estudio La tiranía de los medios de comunicación: un análisis necesario, el periódico no dió igualdad de voces ni fuentes para intentar entender el por qué de las huelgas:
“A partir de la protesta contra el Combo del ICE y el desempeño del diario La Nación, en ese entonces se constata que, si bien los medios no determinan lo que se debe pensar, sí definen en qué temas se puede pensar y cómo percibirlos o responder a ellos: sin el debido equilibrio y equidad informacional.”
Así también lo reconoce el Programa Estado de la Nación en su Auditoría ciudadana sobre la calidad de la democracia cuando dice que “los medios favorecen a grupos económicos, partidos políticos u organizaciones sociales poderosas”. Una de las razones puede ser el peligro que corren los periodistas que en verdad ponen en cuestión a diferentes grupos de poder con sus investigaciones, como se puede ver en estos casos aquí.
Pero, al mismo tiempo, los medios de información intentan de complacer a los ticos suministrandoles noticias que venden, el cual es el objetivo de cualquier organismo con fines de lucro. Y porque hay unas noticias que venden y son más fáciles de producir en un ambiente de caída de circulación en la prensa escrita y de competencia del cable transnacional contra la televisión nacional, las noticias de “sucesos” (crímenes, policiacas, accidentes, etc) predominan.
Karina Fonseca Vindas y Carlos Sandoval García, como parte de un Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, realizaron la investigación Medios de comunicación e (in)seguridad ciudadana en Costa Rica donde determinan que “los periódicos deben llamar la atención para poder venderse, y la criminalidad, hoy más que nunca, provee imágenes de espectacularidad”. Las noticias de sucesos así toman “un lugar protagónico en la agenda mediática” y pueden llegar a afectar “las percepciones que las personas tienen de la realidad”, aumentando las de “inseguridad ciudadana”. En otras palabras, mientrás el objetivo que tienen muchos medios es de informar para que los ciudadanos puedan tomar decisiones certeras sobre su vida diaria y política como partícipes en una democracia, en vez se encuentran con una visión del mundo sesgada de miedo y desconfianza hacia los demás.
Pero aún así, la credibilidad en los medios, a diferencia de otros países como Estados Unidos, es alta. O tal vez es así por esta razón, ya que reciben noticias “duras” y claras, sin necesidad de más análisis de la situación. Algo así como “ya se dijo lo que pasó, y no hay necesidad de pensar más al respecto”. Pero a veces existen instancias, como lo menciona Yanancy Noguera en Credibilidad y negocio periodístico, donde empresas y gobiernos anunciantes pagan por publicidad en forma de reportajes de manera institucionalizada, más que todo “en pequeñas radioemisoras y también en una gran cantidad de periódicos cantonales y provinciales”.
Por medio de estas prácticas, las cuales son una forma de presión sútil, y la adjudicación de licencias, el gobierno establece un mecanismo de censura indirecto que se da alrededor de Latinoamerica. Por ejemplo, en un memorando dirigido al presidente Oscar Arias, el entonces vicepresidente de Costa Rica, Kevin Casas, y el diputado Fernando Sánchez, hablaron de la necesidad de usar los contactos disponibles en los medios para imponer publicidad favorable hacia un voto positivo en el referéndum del tratado de libre comercio con Estados Unidos.
Y como lo menciona Noguera, los medios rurales están más predispuestos a estas presiones políticas por falta de recursos para contrarrestarlos y por falta de conocimiento de sus derechos. Monserrat Solano lo reafirma en Voces y silencios en los pueblos ticos. Solano explica que existen alrededor de 60 medios rurales y 20 estaciones de radio comunitarias en el país, que ofrecen una alternativa a los medios nacionales más grandes ya que ofrecen más variedad (muchos ni siquiera dan noticias de “sucesos”) para no repetir la información y poder proveer un espacio para la participación local, como un micrófono abierto en las estaciones de radio. Sin embargo, por no tener los recursos o conocimiento de sus derechos, no están lo suficientemente empoderados para acceder a la información que las autoridades locales bloquean directa o indirectamente.
Aún así, no es cuestión nada más de conocer nuestros derechos, ya que en Costa Rica, aunque hay ciertas normativas y leyes, no existe una práctica concreta y eficaz de parte del Estado que facilite el acceso a la información. De esta forma lo demuestra Jorge Córdoba Ortega en su estudio legal El Derecho de Acceso a la Información Pública en el Ordenamiento Jurídico Costarricense cuando explica lo arcaicas que son las leyes de transparencia de la información en el país.
En el prólogo al estudio, el Instituto de Prensa y Libertad de Expresión indica que “está sobradamente demostrado, y cada vez recibe mayor respaldo internacional, que la transparencia constituye una condición básica para el pleno ejercicio de la democracia; sobre todo, para un control ciudadano más pleno de los asuntos públicos.”
De igual forma, el mismo Instituto cita a la Corte Interamericana de Derechos Humanos estableciendo la importancia de la transparencia con relación a la libertad de expresión, donde no sólo se tiene derecho a expresar opiniones, pero también de escuchar las de los demás, lo cual incluye el “derecho colectivo a recibir cualquier información y a conocer la expresión del pensamiento ajeno.”
El Estado, entonces, tiene obligación a la transparencia y a facilitar el acceso a la información, pero los medios de comunicación también deben crear un espacio para poder escuchar los diferentes conocimientos, opiniones, expresiones, creaciones de los demás y no sólo las que tengan valor comercial. Podemos hablar de los problemas con respecto a recursos, espacio y demás, pero hay menos excusas ahora con las tecnologías que en estos momentos tenemos disponibles. Además, han habido medios alternativos que se han encargado de intentar de abrir ese espacio.
Tecnología y medios alternativos
Es díficil determinar lo que es un medio alternativo. Muchos los consideran como aquellos que expongan mensajes diamétricamente opuestos a los medios más vendidos. Pero aún así, alguien puede decir que el segundo canal de televisión más visto es una alternativa al primero. La definición dependerá de diferentes puntos de vista y del contexto en el que se encuentran los medios. Por eso, evaluando el ambiente costarricense referente a los medios ayuda a ubicar estas alternativas y las posibilidades de construcción de otras. Por mientras, podemos comenzar con aquellos medios que se autodenominan alternativos.
Red MICA (de la cual Amauta forma parte), o Red de Medios e Iniciativas de Comunicación Alternativa de Costa Rica, es, como lo dice su nombre, una red de medios alternativos que comenzó a desarrollarse desde el 2009 con el Encuentro de Medios Independientes y Comunicación Alternativa. Alrededor de 30 organizaciones, medios y personas individuales son miembros de la Red. La iniciativa representa un esfuerzo de unir fuerzas y contrarrestar los mensajes de los medios tradicionales ticos con un nuevo modelo de comunicación y “un espacio que fomenta la democratización de la comunicación, el acceso a la información, el derecho a la expresión y la visibilidad de una diversidad de voces y actores,” según su misión.
Esta misión calza con la percepción que tienen los ticos sobre la libertad de expresión, la de tener la “capacidad” y poder “expresar lo que se siente”. Y sin embargo, el Estado excluye a las comunicaciones alternativas y a la ciudadanía de este derecho en las diferentes formas que se han explicado anteriormente, limitando el acceso a las herramientas de expresión, pero también en el proceso de transición a nuevas tecnologías, como lo vemos con la “discusión para definir un formato de radio digital” que muchos en Red MICA protestamos.
Pero con tan poco tipo de información, y herramientas para accederla, las nuevas tecnologías también han abierto el camino a diferentes experiencias. El blog, en teoría, ha concebido este espacio para que todos tengamos la oportunidad de expresarnos, aunque tal vez no de ser escuchados. A finales de 1999, se creó el primer blog tico, como lo explica Ignacio Siles González en “Blogueando” a la tica: una mirada al uso de los blogs en Costa Rica, y luego del desarrollo de Blogger (casi 74 por ciento de los blogueros ticos lo usan), se expandió la cantidad de personas usándolos (aunque la mayoría continuaban siendo hombres jóvenes) para, simplemente, “compartir vivencias personales” (30 por ciento en la encuesta del autor), “comentar temas de realidad nacional” (25 por ciento), “conocimientos específicos” o para la “autoterapia”. Además, muchos ven los blogs como una forma “de ampliar los vínculos de comunicación entre sus conocidos” y así aumentar “las posibilidades de conocer de forma distinta a otras personas con quienes se comparten interacciones en otros ámbitos”.
El blog, y otras plataformas de creación escrita y audiovisual (flickr, Youtube, etc), ha permitido que los ticos seamos periodistas ciudadanos sin la necesidad de entrenamiento formal. Como lo menciona Siles González, para aquellas personas que escriben para “comentar temas de realidad nacional o política …, el uso del blog es asociado a la creación de información alternativa en medio de una ecología mediática gobernada por intereses particulares que definen la agenda noticiosa de los medios de comunicación tradicionales” en las cuales algunos “optan por romper con la formalidad que consideran intrínsica a los procesos de comunicación de los medios tradicionales” y otros “para poner en evidencia los intereses y sesgos que sustentan el trabajo informativo de los medios de comunicación” por el blog “ser gratuito, por no tener las limitaciones de espacio para analizar ciertos temas, porque prescinde de la figura de un editor que define la agenda y los temas que pueden ser discutidos, y porque permite una discusión menos superficial que la acostumbrada en los medios tradicionales del país.” El blog es así la creación de nuestro propio espacio, una extensión nuestra, en un mundo interconectado.
Todos podemos ser periodistas, o hablar paja, o coordinar acciones, con los blogs, redes sociales como Facebook y Twitter, y hasta con nuestros teléfonos celurares a través de mensajes de texto (46.3 por ciento de ticos individuales tienen teléfonos celurares). Ellas también han sido útiles para aumentar la visibilidad de las alternativas, ya sea por tener una plataforma digital de bajos costos para publicar o por tener mecanismos de distribución de creación más ágiles. Antes de este punto, existían medios alternativos, pero muchos existían como parte de una organización política establecida (partidos comunistas o socialistas, grupos anarquistas, sindicatos). Algunos de éstos continúan existiendo, pero su alcance es limitado sin una presencia en Internet, aunque de igual forma, los medios digitales no podemos llegarles a toda la población. El porcentaje de usuarios de Internet, según datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones en Costa Rica, estaba a 36.5 en el 2010, por lo cual aún falta mucho a un uso universal. Sin embargo, el crecimiento de usuarios ha sido enorme: en el 2000, habían nada más un 5.8 por ciento de navegantes cibernéticos en el país.
La propuesta
Para construir un medio de comunicación verdaderamente alternativo a lo que estamos acostumbrados en este momento, un periodismo ciudadano completamente participativo y democrático, debemos considerar los retos y posibilidades dentro de la situación actual. Por eso mismo dimos, en forma muy general, un panorama de los medios ticos. Considerando el bloqueo y falta de información adecuada, las desigualdades de acceso a la expresión y a la cobertura, la conformidad con obtener información mediocre, pero aún tomando en cuenta el aumento de la visibilidad de los medios alternativos, el uso creativo de las nuevas tecnologías y la facilidad de tener una plataforma de expresión personal y colectivo, existe una necesidad apremiante y una posibilidad definitiva de desarrollar una comunidad libre dentro de un espacio abierto de creación.
El Espacio Libre Amauta intenta, a través de esta participación abierta, diseñar un modelo en la cual todos puedan colaborar en el proceso de construcción. Este prototipo se someterá bajo el escrutinio experimental de la prueba y error, viendo cuales herramientas funcionan luego de que la comunidad juegue con ellas. No obstante, inicialmente se basará en la formulación de una visión que examinará este modelo con algunas experiencias del contexto tico y con algunas de las filosofías, ideas y dilemas alrededor del concepto de los medios cívicos (basado en lo visto en el curso introductorio aquí). De esta forma, se llegará a nuevas ideas que estarán expuestas una vez más al debate y a la exploración para que el proyecto se mueva y siempre este cambiando.
Aquí, el inicio del proceso.